Hace aproximadamente dos años recibimos la llamada de AVIA. En la reunión que siguió a dicha llamada sus representantes nos contaron que habían decidido llevar a cabo un ambicioso estudio estratégico para detectar las necesidades futuras de sus clientes y, así, poder estar en situación de anticiparse a ellas.
El reto se presentaba importante.
Teniendo en cuenta que en nuestra actividad muchos clientes actúan con el tiempo justo para el desarrollo de un proyecto, contar con previsión se antojaba un escenario ideal para hacer un gran trabajo.
Formar parte del mismo conllevaba un depósito de confianza en nuestro quehacer y al mismo tiempo una gran responsabilidad porque sabíamos que estamos trabajando para una gran marca.
Poco tiempo después nos pusimos manos a la obra. Comenzamos a recibir información generada por Dhemen, coordinadora del proyecto, y a aportar pequeñas soluciones técnicas que iban definiendo progresivamente el proyecto.
Participamos en varias reuniones tanto con Dhemen como con AVIA.
Se nos presentaron propuestas que en principio parecían más propias del sector aeronáutico; superficies complejas con varios radios que solo se podían desarrollar con programas informáticos 3D. Continuidad de delimitación de playa de suministro mediante franja luminosa que sobrepasa los límites tradicionales de la marquesina para integrarse en pilares y e incluso discurrir por la solera,…
De esa enriquecedora discusión y fase de aportación de ideas, en la que se compartieron muchas experiencias, pasamos a la fase de prototipo, donde surgió la idea de crear una estación de servicio inteligente.
Tuvimos ocasión de aprender mucho durante esta parte del proceso.
Ahora había que producir los materiales. Teníamos claro el concepto, los planos, las medidas …
Todo era perfecto y había que darle forma. La fábrica vivió, al principio, cierto momento de ansiedad porque el papel lo aguanta todo. La presión se notaba en el ambiente.
Sin embargo y superado ese momento de “vértigo” nos pusimos a medir, cortar, ensamblar. Nos metimos en el barro y las cosas iban cobrando la vida que el plano les había dado.
En la planta de producción fuimos produciendo poco a poco todo lo necesario para alumbrar la estación de servicio inteligente de AVIA.
Palencia acoge esa pionera estación. Pudimos montar con éxito todos los materiales, algunos ajustados in situ y con la pericia que da la experiencia de veinte años haciendo con pasión nuestro trabajo.
El resultado final se puede apreciar y disfrutar por los consumidores en la Estación de Servicio de El Pastor, sita en una de las entradas a Palencia accediendo desde la Autovía de Burgos.
Un cambio que desde Icónica consideramos que va a contribuir a afianzar su estrategia de expansión en todo el territorio nacional. Ha sido una suerte profesional colaborar en este proyecto de AVIA y haber podido trabajar con Dhemen.
vinilo adhesivo Seyna Vitoria
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